Durante las últimas décadas las
empresas que se han dedicado a producir campañas de marketing y de
comunicación, han tenido que ir adaptándose a las nuevas tecnologías para poder
llegar a todos sus consumidores y posibles consumidores. Primero tuvieron que
adaptarse a la radio, luego a la televisión y más tarde a Internet, las redes
sociales e incluso a las ciudades en general. Por ello, no es de extrañar que
hoy en día las empresas comiencen a hacer publicidad en la relativamente nueva
red social de imágenes Instagram.
La empresa de cerveza belga
Stella Artois, se ha convertido en la primera cervecera en anunciarse en
Instagram. Dado que esta red social tiene a más de un millón de usuarios en
todo el mundo, la idea de poner anuncios en ella es efectiva porque así podrá
hacer que su mercado aumente al poder llegar a un grupo diana mucho más grande.
Además, la nueva iniciativa que
ha tenido esta empresa, supone hacer publicidad con pocos costes, puesto que
subir fotos a Instagram es gratis. Por lo que el gasto en campañas
publicitarias es menor al no tener que pagar al medio de difusión.
Sin embargo, existe un
inconveniente. En algunos países como EE.UU. no es legal que las empresas de
bebidas alcohólicas hagan propaganda de sus productos a menores de 21. Por lo
que será difícil llegar únicamente a los mayores de 21. Aunque la empresa
intenta igualmente que su campaña llegue solo a los mayores de 21.
Esta nueva forma de anunciarse
para la cervecera belga supone un avance para el marketing y la publicidad, ya
que muchas empresas comenzarán al igual que Stella Artois a hacer uso de
Instagram ya que al ser una red social de imágenes es más fácil para las
empresas poder informar de sus productos, pues los consumidores podrán ver a
través de sus fotos todos los detalles del producto.
Finalmente, Stella Artois ahora
será conocida por personas de más países gracias al gran alcance de difusión
que tiene Instagram. Por lo que sus imágenes y comentarios al pie de la foto
serán cruciales para atraer a nuevos consumidores para que se interesen por la
marca y decidan hacer un mayor esfuerzo pecuniario y económico para conseguir
la cerveza belga. En cierto modo es una forma de internacionalizarse sin riesgos
y de forma mucho más económica.
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